Divulgação/Angelo Giordano
O principal direito que usufruímos é a liberdade de expressão. Foi com base nessa constatação que eu sempre pude compartilhar opiniões e dados na internet, nunca desrespeitando o direito dos outros.
Confesso que nunca pensei sobre os efeitos colaterais das minhas pesquisas que visam antecipar a ocorrência de terremotos. Sei, por exemplo, que a presença de pessoas relacionadas às ciências da terra não era comum nas TVs. Isso agora é basicamente necessário. A população quer saber mais sobre esses assuntos. Quando ocorre um evento sísmico importante, acredito que uma satisfação é bem-vinda, nos faz sentir melhor em meio à dor e ao susto.
No ano de 2012 eu fiz uma previsão para a Costa Rica e o evento se confirmou. Eu passei uma semana tentando um encontro com os responsáveis por essa área no país. Depois de longas conversas mediadas por uma rádio local, percebi que o teor das discussõe mudava sempre que não havia ninguém do povo acompanhando as propostas de estudos em conjunto. Com audiência, todos queriam fazer parceria “para o melhor de todos”. Sem audiência, cada um seguia o seu caminho.
Eu abandonei a pesquisa na região e não mencionei o país desde então. Mas recentemente a atividade sísmica no norte da Colômbia, Panamá e Costa Rica voltou a um estado que considero anormal. E foi por isso que ontem (12/10) recebi uma quantidade considerável de e-mails falando sobre essa demanda.
Mesmo sem parcerias, gostaria de continuar trabalhando em conjunto com cientistas assim que a teoria for finalmente aceita. Cada dia que passa, tenho mais certeza de minhas pesquisas e quando ouço pessoas citarem cientistas de grandes nomes que não conseguiram chegar tão longe, fico bastante animado. Entendo que mesmo a ciência tem limites e a história se encarrega de escrever esses limites de forma lúdica. Nem sempre aqueles que se atreveram a propor algo novo partiram da academia. Por mais que a academia seja de fato o ambiente onde isso ocorre com maior frequência, a historiografia registra grandes descobertas vindas de outros locais.
De tempos em tempos volto a ouvir a frase “ o que antes era magia hoje é tecnologia”. Minhas ideias não são aceitas pela ciência e também não estão no ocultismo, obviamente. O próprio nome “descoberta “ e os seus 23 sinônimos, me fazem pensar no novo e no fenômeno abordado nos países que sofrem com os terremotos. Entre os 23 separei alguns para uma rápida reflexão.
Ato de descobrir o que não era conhecido: Descobrimento
Ato de revelar o que não era conhecido: Evidenciação, revelação.
Aquilo que se descobriu: Invenção, obra, invento.
A primeira vivência de alguma coisa: Experiência, experimentação.
Achado: ideia, inspiração, solução, lampejo, achado.
Reconhecimento: reconhecimento, aceitação.
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No siempre la academia es responsable de los descubrimientos
El principal derecho que disfrutamos es la libertad de expresión. Fue en base a esa constatación que siempre pude compartir opiniones y datos en internet, nunca desatendiendo el derecho de los demás.
Confieso que nunca pensé sobre los efectos colaterales de mis investigaciones que pretenden anticipar la ocurrencia de terremotos. Sé, por ejemplo, que la presencia de personas relacionadas con las ciencias de la tierra no era común en los televisores en Chile hasta 2012. Esto es básicamente necesario. La población quiere saber más sobre estos asuntos. Cuando ocurre un evento sísmico importante, creo que una satisfacción es bienvenida, nos hace sentir mejor en medio del dolor y el susto.
En el año 2012 hice un pronóstico para Costa Rica y el evento se confirmó. Me pasé una semana tratando de un encuentro con los responsables de esa área en el país. Después de largas conversaciones mediadas por una radio local, percibí que el contenido de las discusiones cambiaba siempre que no había nadie del pueblo acompañando las propuestas de estudios en conjunto. Con audiencia, todos querían hacer sociedad “para lo mejor de todos”. Sin audiencia, cada uno seguía su camino.
He abandonado la investigación en la región y no he mencionado el país desde entonces. Pero recientemente la actividad sísmica en el norte de Colombia, Panamá y Costa Rica volvió a un estado que considero anormal. Y fue por eso que ayer (12/10) recibí una cantidad considerable de correos electrónicos hablando sobre esa demanda.
Incluso sin parentes, me gustaría seguir trabajando en conjunto con científicos tan pronto como la teoría finalmente se acepta. Cada día que pasa, tengo más certeza de mis investigaciones y cuando oigo a gente citar a científicos de grandes nombres que no pudieron llegar tan lejos, me siento muy animado. Entiendo que incluso la ciencia tiene límites y la historia se encarga de escribir esos límites de forma lúdica. No siempre los que se atrevieron a proponer algo nuevo partieron de la academia. Por más que la academia sea de hecho el ambiente donde esto ocurre con mayor frecuencia, la historiografía registra grandes descubrimientos venidos de otros locales.
De vez en cuando vuelvo a oír la frase “lo que antes era magia hoy es tecnología”. Mis ideas no son aceptadas por la ciencia y tampoco están en el ocultismo, obviamente. El propio nombre “descubierto” y sus 23 sinónimos, me hacen pensar en lo nuevo y en el fenómeno abordado en los países que sufren con los terremotos. Entre los 23 separé algunos para una rápida reflexión.
Acto de descubrir lo que no era conocido: Descubrimiento
Acto de revelar lo que no era conocido: Evidencia, revelación.
Lo que se descubrió: Invención, obra, invención.
La primera vivencia de algo: Experiencia, experimentación.
Hallazgo: idea, inspiración, solución, destello, hallazgo.
Reconocimiento: reconocimiento, aceptación.
